Durante la fase de carga, el objetivo principal es construir músculo y mejorar la resistencia física. Para lograrlo, es vital aumentar la ingestión de calorías, con un enfoque en carbohidratos complejos que proporcionan energía sostenida. Arroz, avena, pasta integral y batatas son excelentes opciones para obtener carbohidratos. Además, consumir entre 5 y 7 gramos de carbohidratos por kilogramo de peso corporal es recomendado para sostener entrenamientos intensos.
La proteína también desempeña un papel crucial en esta fase. Consumir entre 1.6 y 2 gramos de proteína por kilogramo de peso corporal ayuda en el crecimiento muscular y la recuperación. Fuentes como pollo, pescado, huevos y legumbres son ideales. Asegurarse de repartir el consumo de proteínas a lo largo del día, especialmente después del ejercicio, maximiza sus beneficios.
En la fase de mantenimiento, el foco es estabilizar las ganancias obtenidas durante la fase de carga. Aquí, la ingestión calórica se reduce ligeramente, pero sigue siendo importante el balance de macronutrientes. Reducir la ingesta de carbohidratos a 4 o 5 gramos por kilogramo de peso corporal es ideal para mantener la energía sin aumentar de peso.
Las grasas saludables, como las de aguacates, aceite de oliva y frutos secos, deben formar parte de la dieta en esta fase. Estas grasas no solo proporcionan energía, sino que también apoyan la salud cardiovascular. Mantener un equilibrio adecuado del 20% al 35% de las calorías provenientes de grasas es recomendable.
La fase de recuperación o descarga se centra en permitir que el cuerpo se restaure tras periodos intensivos de entrenamiento. Durante esta etapa, la ingesta calórica disminuye, alineándose con la reducción de la actividad física. Ajustar la ingesta de carbohidratos a 3 o 4 gramos por kilogramo de peso corporal ayuda a controlar el peso sin comprometer la recuperación.
Es esencial enfocarse en alimentos ricos en antioxidantes y antiinflamatorios para reducir el estrés oxidativo del cuerpo. Frutas como arándanos y fresas, junto con especias como cúrcuma, ofrecen propiedades beneficiosas que contribuyen a una recuperación más rápida y efectiva. Para más información sobre cómo optimizar tu nutrición deportiva, visita nuestra página de servicios.
Personalizar la nutrición deportiva resultará en un aumento del rendimiento eficiente. Proporcionar la cantidad adecuada de energía en cada fase optimiza resultados, protege músculos y asegura una completa recuperación. Adecuar la dieta a cada etapa del entrenamiento asimismo ayuda a mantener el cuerpo en su mejor forma, elevando el potencial físico del deportista. Para más detalles, explora las tendencias actuales en nutrición deportiva.
Recuerda, el éxito atlético no solo se basa en entrenamientos físicos, sino en una nutrición adecuada que potencie y complemente los esfuerzos. Con una dieta adaptativa y bien equilibrada, estarás en el camino correcto hacia el logro de tus objetivos deportivos. Personalizar la dieta según las etapas de entrenamiento garantizará que los atletas maximicen su rendimiento y mantengan un estado óptimo de salud.
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